Los métodos de trabajo y la Covid-19
LOS MÉTODOS Y LA COVID-19
En los dos últimos años estamos viviendo unos momentos convulsos y muy delicados en todo el mundo, la aparición de la covid-19, consecuencia probable, pero no demostrada, de la mutación de virus de origen animal en estado salvaje, en células humanas, han provocado y siguen causando cientos de miles, y ya llegamos a varios millones de muertes de seres humanos en todo el mundo.
Las lecciones aprendidas, grabadas en las mentes de los humanos, desde la existencia de vida en el universo y la expansión de la materia, una vez más, no hemos sido capaces de determinar el método preventivo para no desarrollar de forma incontrolada, determinadas mutaciones entre los seres vivos. Lo que día a día los seres humanos aprendemos, fruto de la inteligencia que poseemos, la ordenamos en nuestra mente, para poder entender y prevenir las singularidades, que la expansión del universo produce.
Las lecciones aprendidas son un método de trabajo, aplicable a todos los actos de nuestra vida. La capacidad que tenemos para desarrollar, los métodos adecuados, para detectar las singularidades que se producen en todos los campos de la ciencia, y poder corregirlos de forma inmediata, siguiendo el camino de la inteligencia humana, para cerciorarnos de que una cosa es cierta, y no tengamos duda de que lo sea. Debería haber sido la mejor vacuna para la covid-19.
Cada día conocemos nuevos datos científicos, acerca de la covid-19, que hacen que se desarrollen nuevos métodos de tratamiento de la enfermedad, basados en esas lecciones aprendidas de forma galopante en el tiempo que llevamos conviviendo con la enfermedad.
Seguramente, si tuviésemos desarrollado un método preventivo, basado en las lecciones aprendidas, “en el caso que nos ocupa”, la covid-19, dedicado a afrontar las enfermedades singulares, que la humanidad puede padecer, a lo largo de tiempo, los efectos negativos sobre la vida de los humanos, hubiesen sido mucho menores.
La actuación de los gobiernos de todo el mundo, ante esta pandemia, ha sido, de confusión, desinformación, y quizás de negligencia política de poder, y como consecuencia, no saber.
En las industrias, donde se domina mas el método de trabajo, que en las actuaciones políticas, de cada país, saben las empresas, muy bien, el valor de las lecciones aprendidas, para desarrollar métodos preventivos de trabajo, que minimizan los fallos en los productos y la pérdida de confianza de los clientes.
Si somos capaces de diseñar, métodos de trabajo, que previenen todo tipo de posibilidades de fallo en un automóvil, también deberíamos diseñar métodos de actuación, ante posibles pandemias, cada vez, más probables, como consecuencia de “poder y no saber”.
La senda que sigue la inteligencia humana, para desarrollar los métodos, es la misma para la industria, cualquiera que sea su actividad económica, la investigación científica, las actuaciones políticas de los gobiernos, y cualquier acción que pueda llevar consigo una singularidad.
Todo lo ocurrido, en el tiempo que llevamos padeciendo la covid-19, deberíamos anotarlo en nuestro cuaderno de lecciones aprendidas, para analizarlo y desarrollar o mejorar los métodos de actuación, para la prevención de enfermedades singulares, y destinar los medios económicos estatales y privados, para minimizar las terribles consecuencias que producen las enfermedades que aparecen de una forma singular e imprevisible, máxime cuando tenemos la certeza que pueden ocurrir, en un momento determinado.
Lo referido en este blog, guardémoslo, como evidencia de la probabilidad, y ocurrencia para desarrollar métodos preventivos que garanticen, avalen o mejoren la vida en nuestro planeta.
Al igual, que somos capaces, de mejorar los métodos de trabajo, en la industria en general, y en cualquier otra actividad humana, no debemos tener duda epistémica que lo conseguiremos, en los métodos de prevención de pandemias.
Las lecciones aprendidas son la base de la ciencia para la mejora de métodos y procedimientos.
Paulino Mir Mora