Nacimiento, crecimiento, expansión y evolución de los métodos en el tiempo
NACIMIENTO, CRECIMIENTO, EXPANSIÓN Y EVOLUCIÓN DE LOS MÉTODOS EN EL TIEMPO
El nacimiento de los métodos de trabajo, se derivan al momento del Big Bang, es decir cuando se formó la materia y comenzó a crearse el universo, en ese instante se describió el primer método de trabajo de forma natural y por sí solo, ya que la materia de donde procede todo cuanto existe fue el silogismo del inicio lógico del orden del crecimiento del tiempo y del espacio, ambos inseparables de cualquier hecho ocurrido o pendiente de suceder en el avance de la expansión de la materia.
Esta teoría que reconozco y defiendo como propia, podemos traducirla, al inicio del conocimiento de los primeros métodos documentados de la humanidad, no sin antes dejar claro que no por no haber hallado documentos anteriores a los siglos III, IV y V antes de Cristo, no existiesen métodos de trabajo definidos de forma lógica y seguidos en un orden de espacio y tiempo.
La ocurrencia de ordenar el espacio y el tiempo corresponde a la mente humana, a través de lo que hoy día conocemos como desarrollo de los métodos y tiempos. La existencia del espacio y del tiempo fue obra de la materia primigenia.
Jenofonte filósofo de la escuela griega, en el año 352 a.d.c, se encargó de ordenar, organizar y estudiar el trabajo humano. Así nacieron los primeros estudios de la fabricación de Coturnos (calzado utilizado en la antigüedad por los actores en las representaciones de las tragedias griegas).
Jenofonte descompuso en varias operaciones secuenciadas de forma lógica (sentido común) y aplicó un tiempo (lógico) a cada una de ellas. Iniciamos el trabajo con una sola operación “fabricar coturno”, cada operario realizaba todas las preparaciones y operaciones que eran necesarias para tener la sandalia lista para poder ser usada por los actores del teatro griego.
Ej. Fabricación completa del coturno.
Componentes materia prima: cuero sin lana curtido, esparto, hilo de cáñamo, cuero fino de cabra.
Componentes piezas coturnos: Suela de sandalia (1), protector delantero cruzado (2), protector trasero (1), cordones sujeción pierna (2).
Operaciones fabricación coturno de forma integral:
Curtir pieles (preparación).
Despiezar Pieles (preparación).
Ordenar despiece (preparación).
Cortar esparto (preparación).
Coger esparto, chafar, moldear a mano esparto (operación).
Cortar esparto con elemento cortante (operación).
Recubrir esparto con cuero curtido sin lana (operación).
Coser suela completa sandalia con hilo de cáñamo (operación).
Coser protectores delanteros cruzados con hilo de cáñamo (operación).
Coser protector trasero con hilo de cáñamo (operación).
Este conjunto de operaciones las realizaba de forma continuada cada uno de los operarios que se dedicaba a la fabricación de coturnos.
Jenofonte observó que con esta forma de trabajo, se perdía tiempo entre las preparaciones y las operaciones, además de tardar excesivamente en finalizar un coturno completo, teniendo que emplear un número excesivo de operarios, que luego el estado heleno tenía que pagar el “misthos” (salario), ya que estaban subvencionados por “la Polis” (el estado).
Para afrontar el reto de reducir el tiempo de fabricar un coturno, Jenofonte, ideó un método de trabajo secuencial, es decir, una operación tras otra realizadas por varios operarios, nunca todas las operaciones de fabricar el coturno.
La longitud del tiempo de cada operación, pudo haber sido medido con clepsidras u otros tipos de elementos de medición de la antigua Grecia.
Así pues, Jenofonte ordenó en varios operarios las operaciones que realizaba un solo operario.
1º operario.
Curtir pieles.
Despiezar pieles.
Ordenar piezas despiezadas.
Cortar esparto.
2º operario
Chafar y moldear esparto.
Cortar esparto.
3º operario
Recubrir esparto con cuero.
Coser suela completa con hilo de cáñamo.
4º operario
Coser protectores delanteros cruzados con hilo de cáñamo.
Coser protector trasero con hilo de cáñamo.
Una vez ejecutado el nuevo método de trabajo, observó que la duración del tiempo total de fabricación de un coturno se había reducido a una cuarta parte y por tanto podían entregar más cantidad de coturnos en el mismo tiempo que utilizaban con el método anterior.
Esta sencilla forma de trabajar revolucionó la visión del trabajo en todos los sectores económicos de la antigua Grecia, que pronto evolucionó en un surgir de nuevas ideas muy elementales si las comparamos con las de hoy día, pero que fueron el futuro industrial de una cultura que duró y dominó durante siglos el mundo conocido.
Muchos años después del comienzo de estos métodos primarios, los romanos seguían utilizando estos sistemas de pensamiento y lo aplicaban en la fabricación de naves de guerra, llegando a desarrollar el “Corvus” elemento de abordaje, donde incorporaron las “roldanas”, siento un factor de ingeniería naval decisivo en la modernización de la flota romana, caracterizada por ser las más avanzada en el “Mare Nostrum”.
A esta curiosidad debo decir que los métodos de desglose de las piezas que componían una nave, así como los métodos empleados para fabricarlos, (diseño, fabricación de componentes y ensamblaje de piezas metálicas con la madera etc.) fueron copiados de los métodos que ya usaban los egipcios y fenicios en sus naves, auténticos creadores y diseñadores de la ingeniería naval de aquellos tiempos.
Si nos trasladamos a lo largo de la historia y llegamos al año 1637, el filósofo René Descartes, sentó las bases, que aplicadas al trabajo, constituirían los principios de la organización científica del trabajo. Estas reglas filosóficas, unidas a los nuevos inventos en materia de ingeniería industrial, reforzaron el desarrollo de nuevos métodos de trabajo dentro de la ingeniería de fabricación.
En 1735-36, el relojero ingles Jhon Harrison, invento el cronometro marino, su utilidad en la medición del tiempo de las operaciones de un método, hizo posible ajustar con gran precisión las operaciones que Jenofonte había relacionado en sus métodos y que todavía utilizamos su filosofía.
Seguimos avanzando en el tiempo y llegamos a 1800 – 1924, en este periodo, las personas que se dedicaban al estudio de los métodos y tiempos se dieron cuenta de la ineficacia que existía en las diferentes operaciones industriales que se desarrollaban en las empresas, (manejo de materiales, tiempos máquina, trabajo improductivo). Para resolver este problema que estaba ahogando los costes de fabricación de los productos, diversos ingenieros analizaron, estudiaron y crearon la descomposición y valoración de los elementos (unidades de trabajo muy pequeñas que han sido subdivididas dentro de una operación). Esto lo conocemos como tiempos predeterminados, de máxima utilidad y eficacia en la valoración de los métodos de trabajo (MTM, medida del tiempo de los métodos UMT=1h/100000). La aplicación de este sistema de medición, nos ayuda enormemente a los técnicos de métodos y tiempos a realizar métodos de trabajo sin pérdida de eficacia en el valor añadido de un producto.
Una vez finalizada la segunda guerra mundial, Japón, que había quedado totalmente destruida, necesitaba nuevos sistemas de trabajo para mejorar sus industrias, que fuesen competitivas en calidad y precio, creando lo que conocemos como sistemas japoneses de fabricación, (sistemas de fabricación Toyota). (ver libro ingeniería de fabricación de Paulino Mir)
La evolución de los métodos de trabajo, han sido, son y serán tan infinitos como la expansión del universo.
Paulino Mir Mora